La llegada de un segundo bebé siempre es motivo de felicidad y mucho entusiasmo: sentir de nuevo lo rico que huele, tenerlo en brazos y tocar su piel suavecita… es una felicidad inmensa que no se puede explicar. Pero, naturalmente no será así para para tu primer hijo. Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para que la llegada de su nuevo hermanito sea también emocionante y satisfactoria.
Es importante que sepas que esta es una reacción natural y debes tener mucha paciencia. Los celos entre hermanos es algo que inevitablemente pasará, lo que si puedes hacer, es ayudar en este proceso con mucho amor y paciencia.
Ponte en su lugar. Tu primer hijo llegó y hasta hace poco era el rey de la casa, lo ha tenido todo y ahora tendrá que compartirlo. Es lógico que se resista y sienta celos de su nuevo hermano.
Prepáralo desde antes. Durante el embarazo, muéstrale a tu pequeño cómo va formándose dentro de ti un nuevo ser, que será su hermano y que juntos deberán recibirlo con amor. Hazle saber que siendo el hermano mayor será el responsable de guiarlo y mostrarle el mundo.
No dejes de prestarle atención. Tal vez creas que el nuevo bebé necesitará mucho más atención y cuidado, no necesariamente es así. Debes hacer sentir a ambos que estás ahí para ellos y que serás su mamá siempre y en todo momento, los amarás por igual.
Dialoga. Siempre es bueno explicar lo que está pasando, pero también escuchar y saber interpretar las señales. Llamar la atención suele ser la más común, no te desesperes, atiéndelo y hazlo partícipe de los cuidados del nuevo integrante de la familia.
Fortalece su vínculo. Muéstrales que se tienen el uno para el otro, y que no solo se trata de compartir sus juguetes, si no de construir entre ellos lazos que los acompañarán toda la vida.
Los niños entienden muy rápido, y en la medida que vean el ejemplo de tu cariño y comprensión, todo marchará excelente.