
Estas embarazada y es momento de transformarte por completo. Cuidarte y cambiar tus hábitos será tu prioridad: a partir de este momento tu vida cambiará muy rápido, pero a cambio, algo maravilloso está a punto de ocurrirte y es momento de empezar a prepararte, ¿estas lista?
No te preocupes ni te agobies de más. Seguramente muchos miedos y preguntas surgirán y las dudas de saberte capaz de cuidar de tu bebé podrá ser causa de tensión y estrés. La respuesta es sí. Serás totalmente capaz de cuidar de tu bebé y automáticamente sabrás cómo hacerlo porque estás hecha para eso. Pero empecemos por el principio.
Tal vez al inicio no sientas nada ni veas diferencias notables en tu cuerpo, siendo así, ¡no te alarmes! Tu cuerpo se adaptará poco a poco a tu nuevo estado.
Es muy probable que en poco tiempo empiecen los mareos y vómitos, y aunque para muchas mujeres estos malestares pasan desapercibidos, para otras puede resultar muy agobiante. Aproximadamente un 80% de embarazadas sufre mareos y un 50% son afectadas por náuseas y vómitos durante el primer trimestre, por lo que comer varias veces en el día y en pequeñas porciones puede ayudarte, además de comer alimentos ligeros, despacio y masticando lentamente. Evita los condimentos y toma muchos líquidos, ¡ah! y aléjate de los olores fuertes, pues en este momento estás demasiado susceptible a ellos.
Hacer ejercicio es muy importante desde las primeras semanas de embarazo porque además de ayudarte a estar en forma, te ayudará a disminuir los dolores y molestias comunes como la lumbalgia, y llegado el momento, facilitará el parto. Pero estos ejercicios no deben ser extenuantes ni requerir demasiado esfuerzo físico, más bien podrías optar por ejercicios como nadar, caminar y bailar; hacer yoga puede ser muy bueno, ya que es un ejercicio muy completo que te ayudará a fortalecer tus músculos y mantenerte flexible.
¿Y los antojos? Satisfácelos con moderación. No creas que los antojos que no satisfaces se convertirán en manchas en la piel de tu bebé, desde luego que no, pero si se te antoja comer algo en especial ¡comételo y déjate consentir! Sólo trata de no abusar, sobre todo si son alimentos demasiado calóricos o altos en grasas.
Por todo lo demás… ¡Relájate! Disfruta cualquier momento y espacio que tengas para ti o con tu pareja: leer libros, ver películas o salir a caminar son algunas cosas que pueden hacer juntos, recuerda que el amor y la comunicación con tu pareja es un complemento que los ayudará estar unidos a experimentar juntos esta maravillosa etapa.